martes, 7 de julio de 2009

5 tips para ser el hombre ideal

Ser caballero con una mujer es una actitud que puede sumar muchos puntos en una relación. Mientras existen un montón de mujeres que son reacias a las actitudes de ‘caballero‘, a otro montón les encanta que las traten como princesas.

¿Qué puedes hacer para ser el ‘hombre ideal’? Te recomiendo, en este artículo, algunas pautas que te podrán hacer quedar muy bien.


  • Tu imagen no es lo más importante: sí, tiene cierto grado de importancia, pero está comprobado que una de las cosas que más les gusta a las mujeres es que tengamos sentido del humor y que la tratemos bien. El 42% de las lectoras de la revista Cosmo dicen que lo que más les importa es el sentido del humor, y otro 38% la dulzura.

  • Que el sexo no sea lo más importante: a pesar de que para tí sea lo más importante, no lo des a entender. Muéstrale cariño, inventa salidas que no terminen sí o sí en sexo y a ellas les gustará porque pensarán que no te importa sólo “hacerlo”. Puedes ir a comer a un restaurante y luego dejarla en su casa, y te aseguro que la desconcertarás, pero le gustará. No hay que apurarse por hacerlo: prepara una buena base previa y después se dará sólo.

  • ¿Llegó el sexo? Dale lo mejor: una vez que ya estés teniendo sexo con una chica, asegúrate de ser el mejor en la cama. Trátala como una princesa y concéntrate en darle placer a ella siempre. A ellas no les gusta la típica actitud de hombres que acaban y se dan vuelta a dormir. Muéstrale que te gusta, si logras hacerla acabar puedes relajarla dándole masajes, caricias.. improvisa.

  • Sé un caballero: déjala pasar a ella primero por una puerta, por un ascensor, y si quieres hasta puedes ayudarla a ponerse su abrigo. Pero tampoco seas sobreprotector ni la trates como si fuera inútil. Ella es una persona y puede hacer cosas. Si haces todo por ella le estarán diciendo inconcientemente que no sirve para nada, aunque no sea tu intención.

  • Gana su confianza: muéstrale que no tienes nada para ocultarle, que no te molesta atender el teléfono de ella, y que todo lo que pasa en tu vida no tiene secretos. Tampoco el exceso: no hace falta darle el password de nuestro correo electrónico o dejarla leer los mensajes de texto de nuestro móvil. Ella ni si quiera intentará hacerlo si les mostramos que somos confiables. La clave siempre está en ser transparente.

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